Tan solo quedan unos días para irnos y me siento como una niña que viaja por primera vez. Es como mi particular ritual; los nervios antes de marchar, las turbulencias del avión, las señoras hablando durante todo el viaje, críos corriendo por los pasillos, la perdida de maletas, etc.
Quiero subirme ya a nuestro avión, desconectar de esta ciudad y sentirme otra persona mientras voy descubriendo los secretos que esta ciudad esta guardando para mí.
9 días.
Yo solo comento que aun hay tiempo para la camiseta...jajaja
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